Un sistema personalizado y bien desarrollado impulsa los resultados de una empresa. Sin embargo, sin mantenimiento de software puede volverse obsoleto en poco tiempo.
¿Qué es el mantenimiento de software?
El mantenimiento forma parte del ciclo de vida de un software y es una inversión estratégica, no un gasto operativo despreciable. Consiste en la actualización constante después de su entrega. Permite corregir errores y mejorar el rendimiento, asegurando su funcionamiento y la operación a su alrededor.
Existen 4 tipos de mantenimiento:
- Preventivo: Como la instalación de parches de seguridad.
- Adaptativo: Por ejemplo, la migración a la nube.
- Perfectivo: Como la optimización en la velocidad de carga de una base de datos.
- Correctivo: El arreglo de un error de código que impide una acción.
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Consecuencias de la falta de mantenimiento en un software
Es común que los directores y ejecutivos se pregunten: ¿por qué ejecutar acciones sobre un software que funciona? La respuesta reside en una visión de equilibrio financiero.
Cuando una empresa no realiza mantenimiento o incluso lo pospone demasiado tiempo, se acumula lo que en Neracode llamamos deuda técnica y algunos de los inconvenientes que genera son:
- Riesgos de ciberseguridad
- Obsolescencia tecnológica
- Pérdida de competitividad
- Obstáculos en la operación
Y por supuesto, cada uno de estos lleva a los costos potenciales de arreglos y ganancias perdidas por falta de potencia tecnológica. La necesidad del mantenimiento de software es innegable. La pregunta que resta es cómo ejecutarlo.
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Mantenimiento interno o externo, ¿qué es mejor?
La decisión de las empresas queda en si realizar el mantenimiento asignándolo al equipo interno o contratar a un aliado experto.
| Pros | Contras | |
| Interno |
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| Externo |
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Muchas empresas optan por la externalización del mantenimiento de software por la conveniencia de precio fijo y el hecho de que les permite mantener el foco en sus proyectos y desarrollos propios.
Las empresas que invierten en el mantenimiento constante de su software evitan que sus sistemas se degraden. De esta manera, protegen la operación, facilitan la escalabilidad y evitan costos imprevistos por emergencias o la necesidad de refactorización.
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