La deuda técnica es uno de los mayores desafíos silenciosos en el desarrollo de software. Se trata de ese “atajo” que tomas para entregar más rápido, pero que después te cuesta caro en mantenimiento, errores y pérdida de calidad.
En este artículo te explicamos qué es, cómo identificarla y qué técnicas para salir de deudas puedes aplicar desde ya para mantener tu producto sano sin frenar la innovación.
La deuda técnica: el costo oculto del desarrollo acelerado
Aunque no siempre es evidente, la deuda técnica está presente en casi todos los proyectos de software. Es lo que ocurre cuando tomas decisiones rápidas (y a veces necesarias) que sacrifican la calidad del código. El problema no es tomar atajos, sino no planear cómo compensarlos después.
¿Por qué se genera la deuda técnica?
Las causas pueden variar, pero las más comunes incluyen:
- Falta de tiempo para una solución óptima
- Cambios de requerimientos a última hora
- Decisiones tomadas sin suficiente contexto o experiencia
- Acumulación de “lo resolvemos después”
Todas estas situaciones dejan rastros en el código que, si no se atienden, pueden convertirse en problemas costosos y difíciles de resolver.
¿La deuda técnica siempre es mala?
No necesariamente. Así como una deuda financiera puede ser útil si se usa con inteligencia, la deuda técnica puede ser una inversión estratégica. El secreto está en gestionar esa deuda: hacerla visible, medirla y tener un plan para saldarla.
Técnicas para salir de deudas (sin romper tu producto en el intento)
Salir de la deuda técnica requiere más que buenas intenciones: necesitas una estrategia clara, herramientas adecuadas y compromiso del equipo. Aquí te damos varias técnicas para salir de deudas técnicas de forma efectiva.
Mide tu deuda: usa el Tech Debt Ratio (TDR)
El TDR es una métrica que te ayuda a entender qué tan endeudado está tu código. Se calcula así:
TDR = (esfuerzo para corregir la deuda técnica / esfuerzo total de construcción) x 100
Por ejemplo, si tu código tardó 100 días en construirse y necesitas 20 días para corregirlo, tu TDR es del 20%. Lo ideal es mantenerlo por debajo del 10-15%.
Crea un backlog técnico y trátalo como prioridad
Cada deuda técnica debería tener su ticket, con su respectivo seguimiento. No las escondas: inclúyelas en tu backlog como si fueran bugs o tareas prioritarias.
Aplica sprints de deuda: mantenimiento antes que nuevas features
Una gran táctica es reservar uno de cada cinco sprints solo para pagar deuda técnica. En ese sprint no se agregan funcionalidades nuevas: se limpia, se refactoriza y se estabiliza el código.
Documenta decisiones y revisa tu código con conciencia
Evita la acumulación futura de deuda, registrando el porqué de las decisiones técnicas y haciendo revisiones de código orientadas al aprendizaje, no a la crítica personal. El equipo primero, el ego después.
La agilidad como herramienta para gestionar la deuda técnica
Las metodologías ágiles como Scrum o Kanban son excelentes aliadas para gestionar la deuda técnica. Ayudan a visualizarla, organizarla y resolverla de forma progresiva, sin que se convierta en un bloqueo.
Scrum y Kanban para hacer visible la deuda
En Scrum, puedes incluir tareas de deuda técnica en el Product Backlog, con nombre, responsable y fecha estimada. En Kanban, puedes asignar un WIP (Work in Progress) exclusivo para tareas de mantenimiento o refactorización.
Lo importante es que la deuda no se pierda: tiene que estar a la vista y en la conversación del equipo.
La retrospectiva como espacio para enfrentarla
La reunión de retrospectiva es perfecta para hablar de errores técnicos, decisiones apresuradas o partes del código que generan fricción. Aprovecha este espacio para detectar patrones y priorizar deudas en futuros sprints.
La deuda técnica bien gestionada impulsa la innovación
La deuda técnica no es un enemigo si sabes manejarlo. Como en las finanzas, la clave está en medir, planear y pagar a tiempo. Aplicar técnicas para salir de deudas no solo mejora la salud de tu código, también libera a tu equipo para enfocarse en innovar.
En Neracode, ayudamos a los equipos a enfrentarse a su deuda técnica con metodologías ágiles, buenas prácticas y mucha experiencia. Escríbenos y pongamos orden antes de que el monstruo crezca.
