La eficiencia y longevidad de un software no solo depende de su construcción inicial. Aunque el desarrollo sea su base fundamental, después de su lanzamiento e implementación, la parte más importante del ciclo de vida de un software es el mantenimiento. En especial, el equilibrio entre el mantenimiento preventivo y el correctivo.
¿Qué es el mantenimiento preventivo?
Cuando el software funciona perfectamente, se pensaría que no hay nada que hacerle. Sin embargo, el mantenimiento preventivo, como estrategia proactiva que es evitará que aparezcan problemas en el futuro.
Así, este tipo de mantenimiento es programable, lo cual es una gran ventaja para las empresas y sus proyecciones de costos.
¿Qué es el mantenimiento correctivo?
El mantenimiento correctivo, intuitivamente, entra en acción cuando se detecta un error. Este puede ser desde un bug que impida la funcionalidad hasta una falla de seguridad que comprometa los archivos de la empresa.
Existen dos tipos:
- Mantenimiento correctivo inmediato: Requiere una intervención inmediata para que el sistema funcione. Por ejemplo, si una app no procesa los pagos de suscripción o un software empresarial no permite subir un archivo y esto compromete la operación.
- Mantenimiento correctivo diferido: Son arreglos técnicos que pueden programarse en el futuro cercano ya que no impiden la operación, pero sí representan son necesarios para un funcionamiento eficiente. Por ejemplo, un reporte automático no está tomando los datos correctos.
| Preventivo | Correctivo | |
| Enfoque | Proactivo (antes de los errores) | Reactivo (posterior a los errores) |
| Costo | Inversión planificada | Costo inesperado y variable |
| Impacto | Mantiene o mejora el rendimiento y funcionamiento actual | Restaura la funcionalidad actual |
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Mantenimiento de software integral
La combinación de ambos garantiza la salud del software en el corto y mediano plazo. Además, previenen la deuda técnica y la necesidad de refactorización.
Sin embargo, el hecho de mantener un software saludable, no significa que esté creciendo con tu organización. Nuevas funciones y tecnologías deben adaptarse a tu sistema. ¿Es el caso de tu empresa?
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